Como ya sabéis, hace unos días USIPA presentó un escrito por registro en el Ayuntamiento de Gijón a raíz de una publicación en un medio de comunicación regional (La Nueva España) respecto al Secretario del Ayuntamiento y sus actuaciones profesionales desde su reciente llegada bajo el titulo “De Diego muestra sus cartas” recogiendo literalmente párrafos de sus comunicados internos.
Dicho escrito se hizo público igualmente en el medio que publicó lo anterior, cuestión que ya se indicaba en el mismo.
Tanto la publicación inicial como el escrito de USIPA, fueron publicados íntegramente en facebook, donde puede consultarse si se desea.
Hoy nuevamente el mismo medio (La Nueva España) recoge lo que se refleja en el enlace adjunto, es decir las manifestaciones realizadas por el portavoz del Gobierno Local dando cuenta de un acuerdo de la Junta, por lo que tal parece que debemos de entender que el método normal de comunicación con este sindicato va a ser ese, inaudito pero cierto.
Se despacha manifestando literalmente “su respaldo al secretario general en su labor profesional frente a las graves descalificaciones realizadas”, en clara alusión al escrito presentado por USIPA.
Recordemos que las descalificaciones a que parece referirse, pues así lo recoge la publicación, son concretamente: osado, prepotente y soberbio.
Bien, llegados a éste punto resulta necesario dar un breve y rápido vistazo al Diccionario esencial de la lengua española, publicado en 2006, que es una versión útil, sencilla y actualizada de la 22.ª edición del Diccionario de la lengua española publicado por la RAE.
osado, da : (Del part. de osar). 1. adj. Que tiene osadía. osadía: (De osado) 1. f. Atrevimiento, audacia, resolución.
prepotente. : (Del lat. praepŏtens, -entis). 1. adj. Más poderoso que otros, o muy poderoso. U. t. c. s.
soberbio, bia: (Del lat. superbus, infl. por soberbia). 1. adj. Que tiene soberbia o se deja llevar de ella. 2. adj. Alto, fuerte o excesivo en las cosas inanimadas. 3. adj. Grandioso, magnífico.
Visto lo anterior, y por más vueltas que se le dé, la conclusión resulta palmaria por lo que no vamos a incidir en ella, o si, porque en sus declaraciones también dice textualmente “no parece que la descalificación pública sea la forma más adecuada, razonó Rafael Felgueroso”, y tal parece que o desconoce las definiciones referenciadas anteriormente o desconoce el término descalificación (descalificación: 1. f. Acción y efecto de descalificar. descalificar: (De des- y calificar). 1. tr. Desacreditar, desautorizar o incapacitar.) porque no existe nexo alguno entre ambas.
Sin entrar en más disquisiciones, vamos a dejar el tema (de momento, porque nos tememos que va a dar más de sí, o eso nos ha llegado) y cada cual que saque sus conclusiones.